sábado, 1 de agosto de 2015

Una buena taza de cafe

Hay dias en que lo unido que quiero es una rica taza de cafe. Pero esa taza nunca llega. De un tiempo a la fecha como que ya no me sabe, como que la fragancia seductora del cafe recién hecho, ya no me satisface. Trato de convencerme de que es el verano, que no me incita a perderme en la delicia decadente de su aroma, donde gozo cada trago paladeandolo lentamente, masoquistamente. Donde mis labios tientan su suerte jugando a arder en cada pequeño sorbo. Es una pequeña batalla donde la bestia no quiere ser atrapada, el cazador siente el éxtasis de la victoria al someterla. Parece absurdo, pero a veces asi se toma el cafe. Por ahí leí una vez que el cafe debe ser negro como la noche, caliente como el infierno y dulce como el amor. Asi es como debe saborearse esta bebida de los dioses. Debe gozarse de inicio a fin, por que si no ¿que caso tiene? El cafe es magia liquida. Si no sabes beberte un buen cafe, no sabes amar. Decía mi abuela que le quitaran todo menos el cafe, por que el mismo dia que lo dejara comenzaría a morir de a poco. Decia que el cafe es para recordar viejos y nuevos momentos, bellos y tristes amores, para llorar y para reir. El cafe, el cafe es para amar. Tal vez lo que le falta a mi cafe no se mas azúcar, quiza lo que le falta es mas amor; Mas pasión. Por que al fin de cuentas la vida viene sorbo a sorbo. Es dulce y es amarga. El cafe es como el buen sexo, siempre es mejor cuando alguien te lo brinda de corazón. Oh que rayos, he encontrado mi paradoja. Bueno amigos, ire a por mi taza grande de cafe y ¿quien sabe? tal vez encuentre sexo, amor o la vida. O todo junto. Uno nunca sabe que puede traer una colmada taza de buen cafe.

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